Para este mural se ha empleado una mezcla de elementos representativos del campo, como son los cereales o las aves, junto a otros más habituales en el imaginario personal del autor, tratando de generar una composición adaptada tanto visual como conceptualmente al entorno en el que se realizó la intervención.
En la obra se hace alusión a la necesidad de libertad de las aves y al sinsentido de encerrarlas en jaulas. La mazorca de maíz sirve como metáfora de la actividad agrícola humana y su domesticación del campo, y las aves de cabezas dispares que se alejan de ella aportan un punto surrealista al tiempo que desenfadado a la composición.
Dedicado a George Orwell por sus visiones distópicas tan acertadas y su obra “Rebelión En La Granja”, cuyo mensaje sigue vigente.